Elaborado con una de las cepas más tradicionales del mediterráneo, Moscatel.
La variedad Moscatel, ya apreciado por griegos y romanos, es excelente como vino de postre con los dulces, sobre todo tartas de fruta, bizcochos, puddings y frutos secos; nuestro Moscatel Oro reafirma una buena comida y le da el toque de distinción necesario para cerrarla con un persistente y vibrante final.
Ideal como aperitivo frío o como vino de postre. Acompaña a todo tipo de postres, en especial pasteles de frutas, flanes, pudings y frutos secos. Probarlo también con queso. Servir a 8ºC.